lunes, 2 de septiembre de 2013

**Capitulo 20**


Mientras Tom se alejaba en su coche de la finca, tuvo que admitir que por el momento el matrimonio con (Tu nombre) no se parecía en nada a lo que había imaginado. Y tenía el presentimiento de que las cosas no harían sino complicarse aún más. De nuevo sintió esa extraña sensación de que quizás en algún momento había cometido un monumental error de juicio. Por primera vez en su vida, no se había acostado con una mujer a la que deseaba cuando él lo deseaba. Pero ya no había lugar a más esperas. Si a su regreso ella no acudía a él, entonces sería él quien tomaría la iniciativa. Ya había tenido bastante de su supuesta timidez y de sus jueguecitos.

 

 

(Tu nombre) bajó las escaleras después de un rato y encontró en el comedor los restos de un desayuno. Estaba nerviosa y no quería saber por qué. Apiló los platos y se los llevó a la cocina. Había terminado de lavarlos y había comenzado a colocarlos en su sitio cuando oyó un sonido detrás de ella. Thea estaba allí de pie, mirándola, indignada.

—¿Por qué haces esto? ¿Por qué? Ahora él no está aquí. No necesita que finjas ser algo que no eres.

Thea parecía tan herida y enojada, que (Tu nombre) no pudo responder inmediatamente.

—Thea…

La vieja mujer, en un ataque de ira, ignorando a (Tu nombre), se puso a abrir y cerrar armarios sin ton ni son.

(Tu nombre) recordó que siempre había hecho eso cuando estaba enfadada o molesta.

Se acercó a Thea y le puso una mano en el brazo.

—Thea, por favor. ¿Podemos hablar?

Thea dejó por fin que (Tu nombre) la llevase a la mesa, aunque aquélla seguía sin mirarla. En cualquier caso, (Tu nombre), con voz entrecortada, comenzó a contarle con pelos y señales todo lo que había ocurrido aquella noche de hacía cuatro años, justo hasta el momento en que Tom le había arrojado el periódico a los pies a la mañana siguiente.

(Tu nombre) ni siquiera fue realmente consciente de que había dejado de hablar hasta que Thea la miró y dijo tranquilamente:

—¿Eleni?

(Tu nombre) asintió en silencio. Thea dio un profundo suspiro.

—Creo que dices la verdad. Siempre supe que esa chica era una mala persona…

—Pero… —(Tu nombre), al tiempo que se secaba la humedad de las mejillas, no le dejó terminar, aunque Thea, indignada, prosiguió.

—¡Fíjate! Incluso ahora sales en su defensa. ¿Se puede saber qué te ocurre? Debes contárselo a Tom.

(Tu nombre) negó con la cabeza.

—No puedo, Thea. Prometí que no se lo diría, y además él iría tras ella.

—¿Ella? —Thea dio un soplido—. Pues claro que lo haría, ése es el problema. Siempre se preocupó por ti, no por ella. Por eso Eleni lo hizo, y por eso él estaba tan enfadado contigo.

(Tu nombre) no daba crédito a lo que oía. Él no había tenido el menor interés en ella, como había quedado de manifiesto por el modo tan rápido en que la juzgó y la condenó.

—Thea, no puedo contárselo —(Tu nombre) le explicó a Thea la frágil salud física y mental que padecía Eleni, pero Thea insistió:

—Por favor, esa chica es una auténtica manipuladora.

—Pero Thea, ¿es que no lo ves? ¿Cómo voy a correr el riesgo de contárselo a Tom cuando sé que él podría decidir castigarla a ella… o a su familia?

—Ése fue siempre tu problema, (Tu nombre). Eras demasiado buena… y demasiado ingenua. Él siempre se interesó por ti… ahí es donde comenzó el problema. Eleni estaba celosa.

(Tu nombre) hizo una mueca de dolor. ¿Estaba Thea en lo cierto? ¿No querría castigar a Eleni? No podía asumir ese riesgo. Un oscuro sentimiento le rondaba la cabeza, pero prefería ignorarlo. No importaba lo que dijese Thea, tenía que proteger a Eleni.

Thea se levantó a hacer algo de café para las dos, pero terminó preparando un té verde al notar lo pálida que se estaba poniendo (Tu nombre) con el olor del café. Thea presentía que (Tu nombre) acabaría por ser perdonada. El alivio era inmenso. La Thea de siempre, la que (Tu nombre) había conocido de niña, había vuelto.

—Hija, no te imaginas lo que le sucedió después de aquello… ¿Piensas que sólo fue la ruptura de su compromiso?

¿Acaso no era eso lo bastante malo?

(Tu nombre) se encogió de hombros.

—Me imagino que la amaba —contestó (Tu nombre), pese a lo que él le había dicho antes.

—¿Amor? —Thea se rió—. No puedes seguir siendo tan ingenua. Él no la amaba. Su madre le obligó a casarse con ella para salvar la Naviera Kaulitz. No tenía elección. Cuando su padre murió y le dejó el control, los viejos socios no tenían fe en él. Comenzaron a vender, y la empresa estuvo al borde de la bancarrota. Aquella fusión era la única esperanza —Thea se quedó observando a (Tu nombre)—. ¿Acaso no sabías todo esto?

(Tu nombre) sólo sabía que no le iba a gustar lo que estaba a punto de escuchar.

—No, él sólo me contó en varias ocasiones que no estaba seguro de si quería hacerse cargo del negocio —esbozó una leve sonrisa—. Solía decirme que quería estudiar Bellas Artes.

Aquello estaba tan en las antípodas del Tom actual, que (Tu nombre) apenas podía creer que le hubiera dicho nunca algo así. Thea la devolvió de golpe a la realidad.

—Eso fue lo que le confiaste a Eleni, y lo que evidentemente luego filtró a la prensa, junto con aquella foto.

—Ay, cielos —(Tu nombre), destrozada como estaba, nunca llegó a leer toda la historia.

—Sí. La prensa lo difamó. ¡El chico de oro de las compañías navieras que no quería heredar el negocio y prefería estudiar Arte en la universidad! Al romperse el compromiso y fallar la fusión, la compañía casi se fue a pique. Tom tuvo que trabajar veinticuatro horas al día, siete días a la semana para reflotarla. Pero lo consiguió.

La expresión de Thea mostraba un inapelable sentimiento de orgullo. El pasado cobró ipso facto un tinte bien distinto. La persona en la que Tom se había convertido tras la muerte de su padre era producto de la responsabilidad y la necesidad, no de un ambicioso deseo de ganar dinero. (Tu nombre) se sintió mal de nuevo. Miró a Thea con ojos afligidos.

—Mis padres… ellos le echaron de la casa. Nunca lo olvidaré.

—Me lo figuraba —asintió Thea—. Aunque no me lo contó, pero sabía que algo malo había pasado allí. Nunca volvió a mencionar a tu familia. Y, en verdad, tú, tus padres, tus primos… erais toda la familia que el realmente tenía.

(Tu nombre) se sintió mal, muy mal. Ella sabía que habían estado muy próximos, pero Tom siempre había parecido tan… autosuficiente. Él siempre había ocultado algo. Nunca había hablado sobre su propia familia. Por primera vez pudo ver lo duros que habían sido sus padres juzgándolo tan mal.

Era mucho peor de lo que ella nunca se había imaginado.

—Me debe de despreciar.

Thea se levantó para enjuagar su taza.

—En verdad, (Tu nombre), estaba demasiado ocupado como para odiar a nadie —volvió y se quedó de pie delante de (Tu nombre). Sus ojos brillaban de emoción. Miró a propósito el anillo que (Tu nombre) llevaba en el dedo, una sencilla cinta de platino—. Se ha casado contigo, (Tu nombre), por algún motivo.

Thea tenía razón, pero era dos y no uno los motivos. Venganza y deseo. (Tu nombre) se sentía culpable. De ningún modo podía contarle la verdad, porque eso significaría traicionar a Eleni, poner en peligro su delicada salud. Y ahora (Tu nombre) se sentía como si no se mereciese el perdón. Los hechos seguían siendo los mismos. Si aquella noche no hubiera ido tras él para besarlo, cuando su instinto le había dicho que no lo hiciera, nada de aquello habría pasado. Pero ya no podía cambiar el pasado, y no le quedaba más remedio que asumirlo.

(Tu nombre) tenía mucho en lo que pensar durante las siguientes veinticuatro horas. Ella y Thea estaban intentando restablecer su amistad. A la noche siguiente, después de la cena y cuando Thea se hubo ido a la cama, (Tu nombre) se sentó, decidida a esperar a Tom. No estaba segura de lo que iba a hacer o decir. Se sentía como si hubiese perdido una capa protectora de la piel y no sabía si sería capaz de evitar que él se diera cuenta.

Se hizo tan tarde, que (Tu nombre) se estaba quedando dormida, así que se fue a la cama. Ya lo vería por la mañana, o quizás no regresaría hasta dentro de otros cuantos días. Esa idea la deprimió.
 
Chicas.... Espero les guste el capi... y bueno ya en el próximo capitulo habrá maaaaaaaaaaaas acercamiento entre Tom y (Tu nombre)... ahí veo que día se los puedo subir... =D....
Las Quiero
Bye =)

2 comentarios:

  1. Awww q emocion q Thea ya entendio las cosas y vuelvan a ser amigas :)

    Si siii sii el otro capitulo un acercamiento eso me hace feliz!!
    Siguelaaaa. Me encantaaa :)

    bye cuidate

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  2. osea esta fic se pone cada vez mas interesante thea ya la acepto es un avance grande
    ahora no se solo falta que enlla y tom tengan mas acercamiento pork la verdad se quieren los dos u.u
    en fin
    amooo tu fic me fascina siempre miro la pagina para ver si dejaste capitulo nuevo :D

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