jueves, 18 de julio de 2013

**Capitulo 1**


—(Tu nombre), tienes que decirle esta noche que lo amas. Si no se lo dices, nunca lo sabrá. Vuelves a casa dentro de dos días, y el próximo año estarás en la universidad o trabajando… ésta es tu última oportunidad de contarle a Tom cómo te sientes —le exhortó Eleni, la prima mayor de (Tu nombre).

En ese momento, en algún oscuro lugar de su mente, (Tu nombre) se preguntó por qué Eleni se preocupaba tanto, pero se sintió mezquina y reprimió el pensamiento. ¿Acaso Eleni no había sido su confidente? ¿No la había escuchado hablar de Tom con entusiasmo durante años todas las vacaciones de verano? Eleni sólo la estaba ayudando.

—Pero, Eleni, no lo he visto desde hace mucho tiempo —respondió con la voz insegura por los nervios—. Ahora siempre está en Atenas.

«Y un tanto distante, lo que es algo nuevo en él».

—No importa —contradijo Eleni con vehemencia—. Siempre ha sentido debilidad por ti. Sigue siendo el mismo, la única diferencia es que ahora está forrado.

(Tu nombre) tragó saliva.

«Y se ha hecho un hombre… va a reírse de mí».

—Vamos, (Tu nombre), no te acobardes ahora.

Ella miró a Eleni. Tenía aquella expresión de impaciencia que siempre le había asustado un poco.

(Tu nombre) asintió nerviosa con la cabeza. El corazón le latía con tal fuerza que parecía que se le iba a salir del pecho. Allí estaba él. Por encima de la cabeza de Eleni podía ver a Tom Kaulitz. Veinticinco años y espectacularmente guapo. Tenía el cabello largo, mas abajo del cuello y de un negro tan intenso, que casi parecía azulado bajo las lámparas. Sus pronunciadas y masculinas facciones eran irresistibles para (Tu nombre).

Sobrepasaba el metro ochenta de estatura, con unas espaldas y unos pectorales formidables. Su cuerpo era atlético y poderosamente masculino. Algunas veces (Tu nombre) se asustaba de lo que sentía cerca de él; era algo que no podía controlar ni tampoco entender plenamente.

Se encontraban en la suntuosa residencia que la familia de Tom poseía justo al lado de la de la abuela de (Tu nombre), en las colinas que dominan Atenas, donde (Tu nombre) pasaba siempre las vacaciones veraniegas. Cada año, la fiesta con que se despedían del verano en la finca de los Kaulitz era lo más destacado del ambiente social del lugar. La Naviera Kaulitz era una de las compañías más importantes del mundo. Y desde el prematuro fallecimiento de su padre dos años antes, Tom había tomado el control de la empresa.

—(Tu nombre), te va a ver siempre como una amiga salvo que vayas y hagas algo.

—Ya lo sé —(Tu nombre) estaba angustiada. Volvió la atención a la sala. Nunca había hecho nada tan osado. Normalmente prefería esconderse tras un libro o quedarse soñando en la hamaca situada al fondo del jardín de su abuela. Ni siquiera estaba segura de si quería hacerlo. De pronto vio a Tom cruzar la sala, agarrar una botella de una mesa y desaparecer. Eleni la estaba observando.

—(Tu nombre), no le des más vueltas, ahora o nunca. Si no lo intentas te vas a arrepentir toda tu vida. Cuando lo vuelvas a ver ya estará casado y tendrá tres niños…

Aquella idea la hizo sentirse físicamente indispuesta… o quizás era el vino que Eleni no dejaba de ofrecerle para infundirla valor. Eleni sostuvo otra vez el vaso. (Tu nombre) hizo un gesto con su cabeza. Sólo con verlo sentía nauseas. Aquélla era la primera vez que había tomado alcohol y no estaba segura de que le gustara.

—Vamos, (Tu nombre). ¡Ya!

Impulsada por algo más poderoso que ella, aunque acaso fuera el vino y la sensación de que era el momento, (Tu nombre) avanzó entre la gente como en un sueño. Atravesó la puerta por la que se había marchado Tom y salió al patio. Notó cómo una cálida brisa la acariciaba. Estuvo a punto de volver sobre sus pasos, pero al ver a Eleni en la puerta pensó que no había vuelta atrás.
 
Al principio no consiguió ver a Tom. Estaba tapado por un árbol cuyas ramas caían hasta las piedras de aquel magnífico jardín. Por fin lo encontró. Se había quitado la chaqueta, y su cuerpo alto y atlético descansaba contra el muro. (Tu nombre) sintió mariposas en el estómago. Su cabeza daba vueltas y sus pensamientos fluían desordenadamente mientras se acercaba a él.
«Es ahora o nunca. Si no lo hago, entonces él nunca sabrá lo que siento». Contuvo la respiración y dio unos pasos hacia donde el árbol dejaba entrever una especie de claro. Ajena a los lejanos sonidos de la fiesta, el corazón le latía apresuradamente. Tom estaba de espaldas, pero ella pudo ver que estaba bebiendo de una botella que tenía en la mano. Debió de hacer algún ruido porque él se giró.
—¿Quién anda ahí? —(Tu nombre) dio unos pasos hacia él—. (Tu nombre), ¿eres tú?
—Soy yo —respondió, dejándose ver.
—Deberías volver adentro con los demás —dijo mientras se apartaba.
Se sintió dolida por su evidente deseo de estar a solas, por su rechazo. Entonces, un poco tarde, cayó en la cuenta de que había estado de un humor extraño durante toda la noche, ensimismado, como si le acuciase algún problema, lo que en ese momento resultaba aún más claro.
Habiendo llegado tan lejos, (Tu nombre) hizo oídos sordos y siguió caminando hasta ponerse casi a su lado. La deslumbrante vista de Atenas se extendía a sus pies. Su corazón palpitaba tan deprisa, que se sintió algo mareada.
—Me gustaría quedarme, si no te importa.

CHICAS... aquí el primer capi de la ficc... *-* esto es como una introducción de lo que pasara años mas tarde...
Espero les guste
Las Quiero
Bye =)

PD: Chicas quiero crear un blogg... en donde suba algunos One Shot.. les gustaría?? ahí me dan su opinión.
 

2 comentarios:

  1. primer caps *-* esta interesante xD siguela .... y si ... haz uno con one shot .... espero el siguiente ....

    ResponderEliminar
  2. Awwww osea esto paso hace algunos años. Muero por leer mas *.* siguelaaa..

    Soii haz otro blogger *.* y si te volvere a decir q hagas la II parte de tu primer one shot recuerdas? De la primera fic q subisteee q eran amigos tu dijiste q harias yaa?? Yo no olvidoo hahahaha..

    Me encantoo.. Bye cuidate :D

    ResponderEliminar