«En la riqueza y en la
pobreza…».
(Tu nombre) daba vueltas
a aquellas palabras. Permaneció de pie en el despacho del ayuntamiento con Tom
a su lado. Nada de aquello le había parecido real desde que había entrado en la
sala acompañada por Alexei y había visto a Tom allí, esperándola, con un traje
gris metálico. Su corazón dio un vuelco al verlo tan alto, tan moreno y tan
atractivo.
Miembros de las dos
familias se hallaban sentados detrás de ellos. (Tu nombre) se sentía abrumada
por la velocidad con que habían transcurrido los acontecimientos en las últimas
semanas y por la reacción de su cuerpo al encontrarse al lado de aquel hombre.
Se esforzó por mirar a un punto fijo, y sólo con retraso se dio cuenta de que Tom
estaba girándola hacia él después de que el oficiante le dijera que podía besar
a su esposa.
«Su esposa…».
Estaba ligado a él ante
la sociedad, con todo el mundo por testigo. Impotente, (Tu nombre) levantó la
mirada para verle la cara. Trató de comunicarse con él sin palabras. Intentó
que relajase las severas facciones de su rostro, al menos por un momento para
poder alcanzar algo de la persona que ella conoció un día. Pero fue en vano.
Mientras él se inclinaba sobre ella dispuesto a besarla por segunda vez en dos
días, ella sintió cómo su cuerpo, pleno de deseo, la traicionaba. Al contacto
con su boca, (Tu nombre) se esforzó todo lo que pudo para no reaccionar del
mismo modo que el día anterior.
Él tomó su cabeza entre
las manos y se la inclinó hacia arriba. ¿Por qué tuvo que hacer eso? ¿Por qué
no pudo darle un sencillo beso en los labios, rápido y eficaz? Tenían las caras
muy juntas. Con aquellas grandes manos abarcando su cara, acarició con los
pulgares sus mejillas, y ella notó cómo su temperatura se disparaba, y se
imaginó que él debía de darse cuenta de que estaba a punto de explotar.
Despacio, y rodeados por
el silencio de la sala, él se fue acercando más y más hasta que los ojos de (Tu
nombre) quedaron atrapados por los de él. Finalmente los cerró y las dos bocas
se unieron en un perfecto ensamblaje. Al roce de sus labios, (Tu nombre) sintió
cómo sus rodillas flaqueaban, y tuvo que asirse con las manos a su cintura para
no perder el equilibrio. El aroma de Tom la embriagó y su calor la envolvió en
un manto de sensual calidez. Al igual que el día anterior. Era un juguete en
sus manos.
Él había pensado en
darle un beso rápido. Aunque cada vez le resultaba más difícil controlar su
deseo por ella, Tom no tenía ninguna intención de dar el espectáculo delante de
la gente. Por eso, aquel beso debía ser casto y sin lengua. Todo menos lo que
terminó siendo. Tom fue incapaz de controlarse al tocar la piel de (Tu nombre),
al sentir sus labios. Viejos recuerdos emergieron a la superficie cuando notó
las pestañas de ella rozando sus mejillas. Y ya fue demasiado cuando sintió
cómo temblaba, cómo se agarraba a él con las manos, tratando de afianzarse. Al
fin y al cabo, era humano. Tiró de ella y deslizó una mano por su espalda para
sujetarla contra su cuerpo. Ya no importaban los testigos: el mundo había sido
reducido a ese momento, a esa mujer, a esos labios que se abrían a él de forma
tan seductora, con una dulzura irresistible. Y antes de poderse dar cuenta ya
se había sumergido en un torbellino de pasión que le sacudió y que se vio
obligado a controlar para no explorar el húmedo y cálido interior.
Como si de un cubo de
agua fría se tratase, el llanto de un niño le trajo de nuevo a la realidad. Se
las arregló para retroceder. Cuando abrió los ojos, los tenía borrosos, y los
de (Tu nombre) aún estaban cerrados. Podía percibir la jadeante respiración de
ella.
(Tu nombre) era
consciente de que él tenía que dejar de besarla. Lo sabía de una forma
racional, pero aun así ni abrió los ojos ni se movió. Cuando notó el roce de un
dedo contra mejilla, salió por fin de la inmóvil espera en que se hallaba. Su
mirada corrió a encontrarse con la de él. Al oír un ruido se giró, y vio a los
familiares observando la escena con la boca abierta.
(Tu nombre), incapaz de
mirarlo de nuevo, dibujó una amplia sonrisa que rompió el hechizo que parecía
haberse apoderado de los presentes. La gente comenzó a aplaudir, y Tom la tomó
de la mano y la condujo afuera. Sólo cuando (Tu nombre) estuvo segura de haber
recuperado el autocontrol, se volvió hacia él.
—No creas que porque
pueda montar esta actuación para la familia, será lo mismo cuando estemos a
solas —dijo ella con tranquilidad antes de empezar la rueda de abrazos y
felicitaciones.
Su expresión se tornó
algo sombría, y (Tu nombre) se alegró de poder fastidiarlo, aunque fuera tan
sólo un poco, si bien era consciente de que aquél no era un hombre con quien se
pudiera jugar. Por cada tanto que ella se apuntara, él buscaría venganza. Ella
se salvó de una respuesta cáustica, ya que enseguida se vieron rodeados de
invitados. Al poco tiempo, ya estaban saliendo de un coche y entrando en un
exclusivo pero discreto hotel donde se iba a celebrar la recepción.
Miembros de su familia
que no había visto en años y algunos otros parientes de Tom estaban sentados en
pequeñas mesas redondas esparcidas por el salón. Petra, la mujer de Alexei, le
hizo un saludo con la mano que (Tu nombre) devolvió tímidamente.
Antes, ese mismo día,
cuando habían salido de la ceremonia a la Place du Panteón, con su
enorme monumento a la gloria del secularismo dominando la magnífica plaza, la
mujer de su tío se había acercado a (Tu nombre) con lágrimas en los ojos y,
aprovechándose de que Tom estaba hablando con alguien más, le había susurrado
al oído:
—(Tu nombre), cariño,
estoy tan feliz por ti. Debo reconocer que cuando Alexei me lo contó, me
preocupé un poco, pero después de veros ahora… es evidente que estáis
enamorados.
(Tu nombre) no podía
creer que la gente viera con tanta claridad lo que quería ver y no lo que tenía
delante de la cara. Nadie se daba cuenta de que estaba haciendo todo aquello en
contra de su propia voluntad.
Cuando el almuerzo
terminó, (Tu nombre), con el pretexto de ir al lavabo, pudo por fin ausentarse
y alejarse de la molesta presencia de Tom. Afortunadamente, él estaba de
acuerdo con que no pronunciarían ningún discurso. Una vez en el baño, (Tu
nombre) se echó agua fresca en las muñecas y el cuello para relajarse y bajar
el ritmo de las pulsaciones, aceleradas desde aquel beso.
Ella se sintió aliviada
de que no se le hubiera ocurrido invitar ni a Eleni ni a su marido, aunque a
continuación se sintió mal por semejante pensamiento. Quizás Eleni estaba
ingresada otra vez en el hospital. Torció el gesto delante del espejo. ¿Por qué
no podía parecerse más a él y ser capaz de desvincularse emocionalmente de su
entorno?
Se peinó, se arregló el
maquillaje y volvió al gran salón, decidida a evitar pensar en cualquier cosa
que tuviera que ver con el futuro o incluso con lo que acontecería más tarde
esa misma noche. Aún no se había figurado cómo lidiar con Tom, porque de algo
estaba segura: no tenía la menor intención de dormir con él.
Tom no podía
concentrarse en la conversación. (Tu nombre), radiante, sobresalía como un faro
por encima de la multitud. La observó según volvía al salón. Era el único
miembro de la familia que no era enteramente griega por ambas partes. Apenas
llevaba maquillaje y tenía el pelo recogido y una orquídea en él. Tom pensó que
nunca había visto nada más hermoso.
Su conjunto era
sencillo, y resaltaba su natural elegancia. Tenía que admitir que no había sido
del todo justo cuando había criticado su forma de vestir. Llevaba un traje
claro de seda hasta las rodillas con un chal dorado de gasa fina y unas
sandalias altas de correa que revelaban unos tobillos delgados y preciosos
talones. Y cuando se movía para saludar a alguien, como entonces, la seda del
vestido la acompañaba, ciñéndose a las caderas. Una vez más, Tom no salía de su
asombro ante el cambio que habían obrado los años en aquella mujer. ¿Pero acaso
no había poseído siempre esa belleza? Siempre había tenido esos característicos
ojos de color verde y azul, unos labios suaves… sintió un deseo incontrolable
al recordar el beso que se habían dado en el ayuntamiento.
Sin pensárselo dos
veces, se abrió paso entre la gente. Había llegado el momento de salir de allí
y llevársela con él.
(Tu nombre) aún estaba
hablando con una de sus tías cuando sintió que había alguien detrás, y un
hormigueo le recorrió la piel. Cerró los ojos brevemente y, cuando los volvió a
abrir, tenía un poderoso brazo alrededor de la cintura. No miró a Tom, pero
sonrió a la mujer y continuó hablando por hablar. Podía notar cómo su brazo
aumentaba la presión en torno a su cintura, despertando en ella un torbellino
de sensaciones.
—¿Estás lista para
marcharnos?
Como si tuviera
elección, (Tu nombre) se puso algo nerviosa. Asintió al darse cuenta de que en
realidad quería dejar de ser el centro de atención, de las miradas y de las
preguntas. Se despidieron de los invitados y salieron del salón.
En el vestíbulo,
firmemente agarrada de la mano por él, (Tu nombre) se tropezó intentando seguir
el paso que marcaban sus largas piernas. En aquel momento, se le vino encima
toda la enormidad de lo que acababa de pasar. Se encontraban a punto de salir
del hotel, lejos de cualquier salvaguarda. Se quedaría a solas con Tom, y él…
Se detuvo en seco,
obligándole también a pararse. Él miró hacia atrás con una expresión sombría.
—¿Qué pasa?
—¿Que qué pasa? ¿Que qué
pasa? —la voz de (Tu nombre) iba ganando volumen a la par que también crecía su
miedo. Tiró de su mano para liberarse de la de Tom y se quedó de pie, temblando—.
¿Qué diablos te sucede? Esto no es real… esto es una farsa. Y todo el mundo
allí dentro cree que estamos enamorados, que formamos un verdadero matrimonio —comenzó
a retroceder hacia el salón, balbuceando—. No puedo hacerlo, no puedo. Se lo
voy a decir. Trabajaré para Alexei, haré lo que sea para ayudarle a conseguir
otro préstamo… pero no me hagas… no puedo hacerlo, no puedo.
Tom alcanzó a (Tu
nombre) a toda velocidad cuando ésta estaba a punto de dirigirse de nuevo hacia
el salón. Tomándola en sus brazos, la besó de forma apasionada, acallando sus
palabras. Ella forcejeó, pero él no dejó de besarla hasta que cedió toda
resistencia.
La ira fue dejando paso
a un deseo que, comenzando poco a poco, terminó por extenderse a todo su
cuerpo. Con las manos atrapadas contra el pecho de Tom, podía sentir la potente
musculatura bajo su camisa. Cuando notó la dureza de su miembro a través de la
suave seda de su vestido, ya no pudo retirarse. Sus caderas se movían en un
esfuerzo por acercarse más a él, y éste, con un pequeño impulso, la puso en su
regazo.
Después de unos cuantos
minutos, él levantó la cabeza con expresión triunfante. (Tu nombre) todavía
estaba demasiado aturdida por la intensidad de su propia reacción como para hacer
nada. Sólo sentía la fuerza de la sangre que corría agitada por sus venas.
Él la sonrió mientras
deslizaba un dedo por la barbilla de (Tu nombre). A diferencia de ella, él
parecía capaz de hablar.
—Es demasiado tarde, (Tu
nombre). Ya nos hemos casado. Pareces haber olvidado que has firmado el acuerdo
que garantiza el préstamo a tu tío, y esto… —con un ligero movimiento de
cadera, presionó de un modo tentador su erección contra la cima de sus muslos
cubiertos de seda—. Esto es en gran medida la próxima parte del plan.
Ella no podía apartar
los ojos de él; estaba hipnotizada por su mirada. Por primera vez se preguntó
qué haría él al descubrir que lamentablemente carecía de experiencia en el
terreno amoroso. Aquella idea la paralizó. Él no querría dormir con una novata.
Aunque estrictamente hablando no era virgen, se puede decir que sí lo era
comparada con él. Debía decírselo en ese momento antes de seguir adelante. Por
algo así podía abandonarla. Abrió la boca pero no fue capaz de decir nada.
Estaba en guerra consigo misma: por un lado, quería marcharse y olvidarse de
que se había encontrado con Tom; y por otro, deseaba acostarse con él en aquel
mismo instante.
Todavía estaban juntos;
de hecho, no podían estar más cerca el uno del otro. Tenía que decir algo, no
podía ser tan cobarde. De repente, el flash de una cámara de fotos le
hizo a (Tu nombre) dar un respingo en sus brazos. En cuestión de segundos,
habían sido rodeados por un ejército de paparazzi. Los conserjes del
hotel y los guardaespaldas, que también habían aparecido como de la nada,
estaban intentando contenerlos. En el tumulto que siguió, (Tu nombre) y Tom
fueron introducidos en un coche con tanta rapidez, que en cuestión de segundos
ya se estaban alejando de aquel lugar a toda velocidad. Ni hablar de lanzarse a
confesar su inexperiencia sexual.
CHICAS.. aquí un capi nuevo.. quisiera saber si les gusta o no la ficc.. ya que no hay comentarios y eso me extraña.. porque si no les gusta lo dejo hasta aquí.. ahí me dicen que piensan..
Cuídense
Las Quiero
Bye =D
Aww ya se casaron!!
ResponderEliminarTamitha a mi me encanta la fic lo sabes y mas q ahora viene lo buenoo!! La noche de bodas *.*
A mi tambien me extraña q no haya comentarios derre no pueden xq aveces el bloggr se pone pesado.. Bueno ya sabras..
Siguelaa :)
Bye
Jenni para que sepas.. si subo el sábado la continuación del one shot la voy a subir en esta pagina =D
Eliminarhttp://oneshot-tomkaulitz.blogspot.com/2013/08/mi-florista-1-parte.html
Tamitha porfa puedes publicar el link pero para darle click!! Xq desde mi cel no piedo seleccionar y ya sabes porfaa :)
EliminarEstoy emocionada por leer la continuacion ;P
me encanta en serio este rol del hombre irritable,que todo es a su manera y duro a lo kaulitz jajjaj buena nove.
ResponderEliminarA y perdón por no comentar se me olvida siempre y otra cosa mas me podrias decir si tienes una nove que se llama "mejores amigos" ?
Dewwwww
Lucia... tengo una pagina donde tengo dos one shot...
Eliminarhttp://oneshot-tomkaulitz.blogspot.com/2013/08/mi-florista-1-parte.html
esta es...
Y hay una donde se llama mejores amigos.. pero esta la primera parte... y el sábado tratare de subir la segunda ^^
para que te pases...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarnoooo que te pasa!! claro que nos encanta :D yo a veces no puedo comentar :( pero siempRe la leo me encanta muchisimo, no la dejes siguela y siguela hasta el final y continua con la escribes y luego con otras mas... NO LA DEJES PORFAVOR!!!!!
ResponderEliminarwow !! realmente me sorprenden mucho ellos dos estan locos locos pero me encanta. me encantan las relaciones que comienzan asi
ResponderEliminar*-* sobre todo si es con Tom !! y Ruth te quiero pedir disculpas por no comentar mucho justo hoy me pusieron el internet porque me mude hace como una semana y hoy ya por fin !! te prometo que desde hoy te comento cada vez que lea (: enserio que me gusta mucho y lamentaria que la dejaras como no tienes idea (:
Ya lo e visto!! graciasss!
ResponderEliminarsuper!!!! acabo de leer tu fic y esta genial....
ResponderEliminarcada vez se pone mas interesante, me muero por saber como terminara la relacion entre tom y TN...
espero que la sigas escribiendo, esta muy buena la fic con para dejarmos con la intriga de que pudo aver pasado entre ellos
PD: ley muchas de tus fic´s y son geniales....
de 10....
espero el proximo capi....